Estamos apuntados a los 20km. Hoy tenía en plan 3x5x1' en cuesta, calenté 9kms con algún dolorcillo en los isquios debidos a el trabajo en la huerta de ayer. Poco a poco fueron desapareciendo y allá me fui con las cuestas. La verdad es que el entreno se me hizo duro, en más de una repetición pensé que iba a ser la última, pero por otro lado la cabeza siempre tiraba hacia adelante con una y otra más. Acabé con una sensación extraña, por un lado consciente del estrés al que había sometido al cuerpo y por el otro convencido de que superar el entreno de hoy es lo que me hace fuerte, nos hace fuertes para afrontar lo que nos proponemos. Entrenamos en base a un objetivo y el objetivo no es cualquier cosa, es una carrera dura, purísima. Con todavía 5 repeticiones por delante, sentí una fuerte punzada en la zona superior del empeine, aquello que tapa la lengüeta, al principio pensé que era un dolor muy extraño, al pararme y echar mano a la lengüeta descubrí la causa... una avispa. Ja, es el segundo que me pasa corriendo.
Por la tarde quedé con Iván, que preparo para correr la Ultra del Soplao. Llevamos meses entrenando y aún no nos conocíamos. Ha sido todo un placer, le veo preparado y fuerte de cabeza, sabe a lo que se enfrenta, acude con prudencia y corre por alguna de los lugares que le vieron nacer y llevar las vacas al campo que para un cántaro siempre es motivo de orgullo. Se nos fue el tiempo volando. IVÁN, hoy, trabajaba de noche, éso es DEPORTE y éstos los deportistas a los que ADMIRO.
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