De nuevo hoy teníamos carrera, esta vez la del municipio El Cross Punta de Parayas. Salí de casa con prisa para dar la vuelta por San Martín y llegar al cross justo, tan justo que tuve que apretar más de la cuenta 60km a unas pulsaciones medias de 133 y una media de 32 km/h. Llegué justo para cambiarme las playeras, meter la bici en la furgo y echar un sprint de unos cuantos metros para ver la línea de salida. La carrera preciosa y Ricardo corriendo muy inteligentemente y con mucha raza. Alcanzó el 2º puesto dejando tercero a uno que normalmente le gana. Hoy se acercaban a los 1600m, un salto bastante grande porque lo máximo que habían hecho eran 1000 y además un circuito duro, pegajoso con subidas y bajadas como tiene que ser el cross. Parece que le va el fondo.
Terminada la prueba, saqué la bici y me volví por donde fui, osea, de nuevo la vuelta a San Martín. Con las prisas, sólo me eché un plátano y casi no llego a casa, ya por Puente Viesgo me costaba dar pedales, no veía el final y encima la hora se echaba encima. Vaya hambre, me hubiera comido hasta un filete, bueno tampoco tanto. Desesperado ya tuve que tirar del ultimísimo comodín que es llamar a Laura, se partía de risa pero la pillé fuera y tardaría en llegar lo mismo que yo a casa. Piano, piano me fui acercando, en Peñas negras me paré y de momento pensé en esperar a Laura, ésto, está a 2 km de casa, pero al final me subí a la bici coroné y bajada hasta casa con Laura que ya venía por detrás. Al pasar por el bar los amigotes me vieron la cara y preguntaron a Laura ¡Mala cara trae hoy!. Casi no llega, y risas generalizadas.
Pues nada pararón de escandalo, poca alimentación, mucho ritmo, mucho sudor, me quedé frío en el cross, 4h20', 127km, total se dieron todas las condiciones.
Y mañana madrugo con 39 años ya ¡Madre mía cómo pasa el tiempo! Con salud e ilusión trataremos de que todavía no nos pesen.